Pues sí.
Yo creo que eso es algo que quiénes nos dedicamos a esto lo tenemos claro.
Cuando un paciente mejora y te lo agradece, es de las cosas más placenteras que existen.
Sin embargo, no todo el rato es así.
Por el camino se dan multitud de situaciones difíciles de encarar:
Sentimos miedo cuando alguien con el que trabajamos lleva a cabo conductas que ponen en riesgo su vida.
No asustamos y responsabilizamos (a menudo de más) cuando nos estamos seguros de poder ayudar.
También nos cabreamos y sentimos impotencia.
A quién más o a quién menos, le ha pasado alguna vez, abrir la agenda y ver a un paciente citado y sentir, Puf.
Por no decir otra cosa.
Son esas situaciones difíciles las que nos van quemando . También son las que cuando aprendemos a manejar, marcan la diferencia en cuánto a pericia clínica se refiere.
Uno de los mayores indicadores de eficacia terapéutica tienen que ver con esto: con saber manejar los diferentes momentos, resistencias y bloqueos que ocurren en un proceso de psicoterapia.
En este taller hemos querido acercarte alguna de las habilidades y encuadres que consideramos más importantes a la hora de manejarlas.
Y manejarnos.
El taller dura aproximadamente una hora y en él, te guiaremos por un proceso que comienza mirándote a ti.
Si, a ti.
A como te sientes tú con esto y como reaccionas ante cosas que te devuelven tus pacientes.
Regulación emocional lo llaman.
¿Te apuntas?