Imparte: Carmen Soria
Imparte: Carmen Soria
Al margen de estadísticas y estudios de prevalencia, la realidad en consulta nos dice que las personas que acuden al psicólogo con una historia de problemas que se alarga en su historia vital, tienen algún rasgo o tipo de trastorno de personalidad añadido a diagnósticos del antiguo EJE I.
En las formaciones se habla poco de trastornos de la personalidad o se trabaja desde la concepción de un problema crónico poco menos que intratable. El problema y la persona que lo trae.
Son problemas que se infra diagnostican, el tiempo de comienzo de una terapia adecuada se alarga y la sensación de impotencia, e invalidación de la persona se refuerza (efecto iatrogénico de la intervención).
La propia dinámica del problema complica la relación terapéutica, convirtiéndose el proceso terapéutico habitualmente en un campo de batalla, duro e interminable.
Diagnóstico precoz: mejor pecar de exagerados que de ingenuos
Boris Cyrulnik dice que “toda elección teórica es una confesión autobiográfica”, en mi biografía profesional, sin duda la relación que he establecido con mis pacientes ha sido fundamental en el proceso de terapia.
Es muy posible que tu como yo, hayas aprendido o estés haciéndolo, a base de “hostias”, es decir ensayo y error, como establecer ese vínculo único que ayuda a la persona más allá de la técnica.
En las formaciones generalmente se habla de apego, pero no de vínculo.
VINCULO Y APEGO NO ES LO MISMO
La respuesta a la pregunta, desde mi experiencia clínica es un claro SI. Me explico:
El vínculo es la relación singular y ajustada al problema de la persona, que establecemos a lo largo de un proceso terapéutico. Y es la base para todo cambio.
Las personas somos seres relacionales, de la misma forma que el sufrimiento nace de la interacción, la solución a los problemas también nace en la interacción.
Si utilizamos la metáfora de la receta de cocina, el vínculo se construye a fuego y tiene dos ingredientes principales: el estilo de apego y el funcionamiento concreto del problema. No establecemos el mismo tipo de vínculo con una persona que transita por una depresión, que con una persona que ha desarrollado un trastorno de personalidad. Trabajos con la evidencia científica y también con la evidencia que nos enseña el paciente.
Además de otros muchos ingredientes secundarios.
Desde nuestro marco teórico entendemos personalidad como lo que permanece invariable a pesar del contexto y experiencias vividas.
Personalidad como IDENTIDAD, y trastorno de la personalidad como la rigidez de la identidad. Como el mecanismo de defensa que desarrolla la persona, que le aísla dentro de sí mismo y que le impide adaptarse al contexto y momento histórico, y por ello generar cambios.
Culpar de sus mecanismos de defensa a los propios pacientes es como poco falaz, condenarle a su sufrimiento crónico es cruel.
La identidad y por tanto la visión y forma de afrontar la vida, hace de las experiencias vividas e integradas y de la interacción con el otro.
Si creamos un entorno de seguridad en que la persona pueda bajar la defensa y podamos explorar juntos las razones profundas de su malestar, podremos dar oportunidad que la persona desarrolle respuestas diferentes, respuestas que impliquen un cambio sustancial y profundo.
Si conseguimos hacer eso, estaremos creando un vínculo terapéutico sano.
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Carmen Soria
Las bases para poder establecer el tipo de vínculo terapéutico que necesite cada persona. Un vínculo concreto y único para cada trastorno de personalidad.
Consta de tres partes:
Necesitamos conocer en profundidad los tipos de trastornos: que los define y cómo funcionan, de lo que nos encargamos en la parte 1.
Necesitamos conocer la biografía de la persona, sus experiencias, referentes básicos, los sucesos que le marcaron, el aprendizaje que tiene sobre la ayuda que espera de los demás y de sí mismo. La relación terapéutica que establezcamos se basará en gran parte en todo ello, será la parte 2.
Y por último necesitamos conocer cómo evitar las batallas innecesarias, los bucles terapéuticos. En el caso de los trastornos de personalidad, esos loopings son específicos de cada dimensión de la personalidad. La parte 3.
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Sí, a toda, todita. Aunque te recomendamos consumirla a fuego lento. Recuerda: asociar vs. estar.
Efectivamente, cuando quieras. Sin excusas, ni justificaciones.
Cuando quieras.
No somos una compañía telefónica. No te trataremos de retener ni darte la plasta para que vuelvas.
Porque nos sobra el dinero.
No, es broma, hay despachos que sufragar.
Es económica porque nuestro objetivo es crear un modelo de negocio sostenible, que permita a las personas tener una formación continuada y crecer con nosotros.
Y nosotros con ellas.
Sí, pero con algunos matices. Para recibir la titulación hay dos requerimientos:
Con esto queremos evitar que alguien pueda darse de alta y consumirlo todo de mala manera con el fin de obtener la certificación.